Con una marcha en
Asunción, el Departamento Mujer del Partido Paraguay Pyahura recordó hoy la
conquista del Decreto 10.540, que establece la gratuidad de la salud materno
infantil, como resultado de la participación política directa de las mujeres
pobres, denunciando que sigue su incumplimiento. La concentración inició a las
7 hs en Plaza Uruguaya y a las 9 marcharon hasta la sede del Ministerio de
Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS). Las mujeres entregaron un
relevamiento de la salud en las comunidades a la prensa.
“En
los asentamientos y comunidades tenemos aún mujeres que a los 40 o 50 años
fueron atendidas por primera vez por un ginecólogo y niños de 11 a 15 años que
por primera vez fueron atendidos por una pediatra” señala Wilma Ramírez, del
Departamento Mujer de Paraguay Pyahura. Las mujeres vendrán de San Pedro,
Caaguazú, Canindeyú, Guairá y Central.
“A las mujeres pobres nos está negada la salud, así también al pueblo en general” explica Wilma. La falta de medicamentos, profesionales, estructuras precarias, pobreza, las largas distancias que deben recorrer las mujeres para llegar a un hospital son algunos factores que inciden para que las embarazadas sigan dando a luz con parteras empíricas.
CONQUISTA DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DIRECTA
Destacó que la conquista del Decreto 1540 fue resultado de la lucha organizada y autofinanciada de las mujeres pobres, y que el inicio de esa lucha hace 13 años tuvo como base un proceso de participación política directa de las mujeres en función al debate sobre su realidad. “Las mujeres oñepyru la debate sobre la realidad de que la kuña ha recién nacidos omanoiterei en los asentamientos y comunidades.
En el frente de cada casita oi la panteoncito ha kurusu´i. Upea pe realidad odebati el Partido Paraguay Pyahura ha oempujá la organización de las mujeres” recuerda Wilma Ramírez.
“En un primer momento roplanteá la lucha por la salud pública, ha upepe avei odescubrí la salud pública ndaipori pype la salud materno infantil. La salud materno infantil ndaha´ei ley” rememora. Los debates comunitarios pronto se convirtieron en departamentales y en el 2001 se reunieron unas 1.000 mujeres organizadas en San Pedro para exigir a las autoridades una explicación.
En ese entonces el hospital de Santaní era el único que tenía mínima infraestructura, y allí llegaba la gente ya en último estado.
A partir de ahí
se fueron organizando sistemáticamente debates y después de cada movilización
las mujeres volvían a sus comunidades a compartir, debatir, evaluar y
planificar la continuidad de la lucha. En ese entonces el hospital de Santaní era el único que tenía mínima infraestructura, y allí llegaba la gente ya en último estado.
“Upea o posibilitá la kuña oguapy hagua odebati la política porque la salud es una realidad muy sentida de los pobres” señala Wilma. El 24 de febrero de 2005 se realizó el Congreso Nacional de Mujeres Antiimperialistas en Asunción, en el cual participaron unas 2.000 mujeres.
Hubo que mudar de local y desarrollar el congreso en Plaza Italia, debido a que la cantidad de mujeres participantes desbordó las previsiones. Tras ese congreso ya se planificaron cierres intermitentes de ruta.
DEBATE SOBRE EL MACHISMO, COMO TRABA DE LA LUCHA
“Upepe ojedescubri oi otro mba´asy tucha, hera el machismo, que trababa o imposibilitaba la participación de las mujeres en la lucha. Entonces ojecrea las brigadas de mujeres y hombres, dirigida por las mujeres. Upepe ojedebati la compañero kuerandi mba´epa la machismo ha mba´eicha rupi omaltrata kuñame” recuerda Wilma.
“Oñedebaty
jey en todas las comunidades a nivel nacional mba´eichapa ojeconquistata el
decreto 10.540 oñepresentámava a las autoridades correspondientes. El 15 de mayo de 2007, día de la madre, oiko
petei movilización nacional donde a través de la presión el MSPyBS oabrihaguepe
la ipuerta en un feriado, ha oñeconquista el decreto 10.540” agrega. A
partir de ese momento las brigadas se dedicaron a difundir la conquista a
través de los medios y el debate, y a realizar un seguimiento en las
instituciones regionales de salud para verificar la aplicación del decreto.
“A partir de ahí,
fuimos registrando en las brigadas cada muerte materna y de recién nacidos, y
venimos denunciando a nivel nacional. Levantamos datos en las comunidades de
cuantos ya han muerto y las mujeres fuimos asumiendo cada vez más la dirección
política en todos los niveles” dice. La última modalidad de acción de las
brigadas es presionar por la atención conjunta de mujeres y niños de las
comunidades, acudiendo todos juntos, de manera organizada, a los hospitales
regionales, y reclamar ahí hasta que todas las mujeres y niños sean atendidos.