martes, 24 de febrero de 2015

Las mujeres pobres en lucha y resistencia

DÍA DE LA MUJER PARAGUAYA

Desde la misma formación de nuestra nación, las mujeres indígenas tuvieron un protagonismo destacado. En las condiciones de dominación colonial, donde el sometimiento y la explotación eran brutales, fueron las mujeres indígenas quienes además de ser las que se dedicaban a la agricultura y al trabajo doméstico, se encargaron persistentemente de transmitir y enseñar a sus hijos el idioma guaraní, y fue así que jamás pudieron eliminar nuestra lengua ni nuestra identidad. El colonialismo intentó una y otra vez acabar, eliminar toda nuestra cultura e identidad propia y en ese combate, en la resistencia, fueron las mujeres indígenas las que jugaron un papel principal.

Siguiendo el protagonismo de las mujeres en el proceso floreciente de nuestro país, tenemos a las mujeres que durante la guerra tuvieron una participación muy importante, que destacamos con estos ejemplos: durante la Guerra del 70, 220 mil mujeres murieron en combate, otras se dedicaron a fabricar telas, papel, producción de alcohol, aceites, haciéndose así cargo del conjunto de la economía. Otras, dirigidas por Madame Lynch, recorrían las calles de Asunción y del interior cantando himnos que alentaban a la ciudadanía a continuar luchando por la patria.

Y en el campo de batalla, en las trincheras, estaban las mujeres transportadoras de armas, zapadoras, enfermeras. Y aquí hay que destacar muy especialmente la batalla de Piribebuy, llevada a cabo el 12 se agosto de 1869, en donde el ejército brasilero ordenó cerrar las puertas y ventanas del hospital y lo mandó incendiar, muriendo carbonizados aproximadamente 600 ocupantes, entre heridos, médicos y enfermeras. Basilia Domeque, Cándida Cristaldo, Sargento Venancia Acosta, son algunos nombres que quedaron registrados de nuestras heroínas de Piribebuy.

Todo esto es hoy lo que nos quieren ocultar, quieren borrar el ejemplo de la defensa a la soberanía, a la identidad, la cultura, la nación. Hoy, muchas mujeres ven a sus hijos morir por falta de atención médica, medicamentos o enfermedades prevenibles. En ese sentido, no podemos dejar de mencionar las muertes de Adela y Adelaida, por consecuenica del modelo agroexportador que trae consigo fumigación y atropello a las comunidades.

La violencia en contra de las mujeres, según la ONU, ha tomado visos de pandemia. Los datos del 2010 nos dicen que el 59% de las mujeres sufren diferentes tipos de violencia física, sexual, sicológica y económica dentro y fuera de sus casas, en la mayoría de los casos a pesar de que familiares e incluso la policía tengan conocimiento y hayan sido denunciados los trágicos desenlaces. Queda palpable de esta manera la complicidad de las instituciones, la mediocridad de los mecanismos existentes y los límites de nuestra sociedad para combatir el machismo y proteger la vida de las mujeres.

Según datos difundidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del 2013, el 20% de las mujeres paraguayas ha sufrido alguna vez violencia doméstica. Lo que ubica al Paraguay entre los 10 países de la región con más violencia de género (Ultima Hora, 29/01/2013).

En el año 2012, de lo registrado, "la mayoría de las mujeres no terminaron la educación primaria, algunas apenas saben escribir, realidad que condiciona mucho en cuanto a beneficiarse de sus derechos. Generalmente no acceden a la slaud por motivos económicos, basándose en la situación de violencia en la que se encuentran no acuden por miedo a que le discriminen y por verguenza, según manifiestan" (ABC 11/05/2012).

Esto ilustra con bastante claridad la situación y el contexto de violencia que sufren principalmente las mujeres, donde la falta de políticas de Estado para las mayorías golpea con mucha fuerza a las mujeres pobres.

En general, en los casos de violencia contra la mujer, ella pasa a ser la culpable por la violencia que sufrió: "algo tuvo que haber hecho", "que clase de mujer era", "no hacía bien sus deberes", "no le faltaba nada vivía de lujo" o tenía tal o cual comportamiento reprochable para la sociedad que apaña y justifica la violencia machista y la consecuencia es que la mayoría de los casos no avanzan o terminan en el oparei.

La víctima termina siendo víctima no solo del agresor, sino de las instituciones y de toda la sociedad. En general en nuestro país reina la impunidad, pero esta es más alevosa y descarada en los casos que atañen a la mujer infinitamente peor cuando la mujer es pobre.

Las posibilidades de las mujeres de la clase trabajadora de liberarse de la agresión es más dificultosa, por falta de empleo, de guardería, de lugares de albergue, de atención sicológica y de por las múltiples formas de vulneración de sus oportunidades y derechos. Y solo podrá lograrse efectivamente con la liberación nacional y social, con la mayoría de nuestro pueblo.


Seguimos acumulando fuerza popular organizada y construyendo el Congreso Democrático del Pueblo, al calor de las luchas! Venceremos!

24 de febrero, 2015
Departamento Mujer
Partido Paraguay Pyahura

Día de la Mujer Paraguaya


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2015. Movilización contra la agudización de la violencia de género