24 de FEBRERO: LA IDENTIDAD DE LA MUJER PARAGUAYA COMO
PROSECUCIÓN DE LA LUCHA ANTIIMPERIALISTA
- Este jueves 7 de febrero el Departamento Mujer del Partido Paraguay Pyahura en conferencia de prensa dio a conocer a la opinión pública una serie de actividades organizadas dentro del marco de recordación del día de la mujer paraguaya cuya fecha es el 24 de febrero.
- Entre una de las actividades destacadas el lunes 18 de febrero se realizará la entrega de alimentos a niños, niñas y mujeres pobres de la ciudad frente al Panteón Nacional de los Héroes. Donde se traerán las diversas producciones agrícolas de los diferentes departamentos del país donde están organizadas las compañeras así también alimentos no perecederos cuya entrega simboliza el compromiso de lucha con los sectores mayoritarios de nuestro pueblo pobre en un gesto de solidaridad combativa.
Breve Reseña histórica para
clarificar el contenido de la conmemoración
“Nosotras no solamente reivindicamos a las 30 o más mujeres
que donaron sus joyas, también a quienes estuvieron en las fábricas, a las
mujeres madres de los campamentos que debatían política con sus hijos, a las
combatientes de las trincheras, a las sobrevivientes que debieron levantar una
nación en ruinas, reconstruir ese gran Paraguay de los López que ya luego de la
guerra quedara totalmente poseído, destruido y al arbitrio de los imperialismos”........
24 de febrero es el día de la mujer paraguaya, aprobada como ley en el año 1974.
La fundamentación para establecer este como día de la mujer paraguaya es que en
el año 1867 (durante la guerra de la
triple alianza) algunas mujeres se reunieron para donar sus joyas y
contribuir de esa manera al financiamiento de la guerra.
Esa guerra se inició en 1865 y concluyó en 1870, cuyos protagonistas
principales fueron Brasil, Argentina y Uruguay, y estaba financiado de
principio a fin por el imperialismo inglés, es decir por sus banqueros,
industriales y mercaderes (Ej. El Banco de Londres, La casa Baring Brothers,
etc)
COMO ERA EL PARAGUAY EN ESE ENTONCES?
· Decía un agente norteamericano informando a su gobierno “En Paraguay no hay niño que no sepa leer ni escribir”
·
El Paraguay contaba con una línea de telégrafos
·
Ferrocarril
·
Una buena cantidad de fábricas de materiales de
construcción, de tejidos, de papel y tinta, loza, pólvora.
·
Una fundición (la de Ybyku’i) que fabricaba cañones,
morteros, balas de todos los calibres.
·
Tenía una flota
mercante nacional
·
La yerba y el tabaco producido en el Paraguay abastecía
todo el consumo del sur del continente. Y
era uno de los principales productores de algodón
·
El Paraguay no debía ni un centavo al exterior.
·
“La esponja imperialista no absorbía la riqueza que el
país producía”. Actualmente los imperialismos casi, casi nos roban lo que
producimos, nos imponen sus recetas políticas, económicas y culturales.
·
El 98% del territorio paraguayo era de propiedad pública.
Hoy El 10% de la población tiene el 66% de las tierras.
·
El Estado cedía a los campesinos la explotación de las
parcelas a cambio de la obligación de poblarlas y cultivarlas en forma
permanente.
Y después de esto nuestro país
quedó totalmente destruido, decía un escritor uruguayo “No dejaron piedra sobre
piedra ni habitantes varones entre los escombros”
PERO EN TODO ESE PROCESO DE FLORECIENTE DESARROLLO ESTABAN LAS MUJERES. ASÍ TAMBIEN DURANTE ESA GUERRA LAS MUJERES TUVIERON UNA PARTICIPACION MUY
IMPORTANTE. Por ejemplo,
- Durante la
guerra y como consecuencia 220 mil mujeres murieron
- Otras se
dedicaron a fabricar telas, papel, producción de alcohol, aceites, haciéndose
así cargo del conjunto de la economía.
- Otras
dirigidas por Madame Lynch recorrían las calles de Asunción y del interior
cantando himnos que alentaban a la ciudadanía para continuar luchando por la
patria.
- Y en el campo
de batalla, en las trincheras, las divisiones de mujeres transportadoras de
armas, zapadoras, enfermeras. Se destaca por ejemplo la batalla de Piribebuy,
llevada a cabo el 12 de agosto de 1869. Esa fue una batalla que duró cinco
horas, y allí las mujeres defendían la plaza, armadas con botella rotas y
piedras. Fue allí también que el ejército brasilero ordenó cerrar las puertas y
ventanas del Hospital y lo mandó incendiar muriendo carbonizados
aproximadamente 600 ocupantes, entre heridos, médicos y enfermeras. Basilia
Domeque, Cándida Cristaldo, sargento Anita Segovia, sargento Hilaria Medina y
sargento Venancia Acosta son algunos nombres que quedaron registradas de
nuestras heroínas de Piribebuy.
Todos estos son los que hoy quieren ocultar, quieren borrar
el ejemplo de la defensa a la soberanía, la identidad, la cultura, la nación.
Pero nosotras reivindicamos ese combate de paraguayos y paraguayas encabezado
por el Mcal. Francisco Solano López durante los años 1865 a 1870 porque constituye
el símbolo de la resistencia y la lucha de todo un pueblo para mantener su
independencia de las naciones invasoras imperialistas. Y nosotras no solamente reivindicamos a las
30 o más mujeres que donaron sus joyas, también a quienes estuvieron en las
fábricas, a las mujeres madres de los campamentos que debatían política con sus
hijos, a las combatientes de las trincheras, a las sobrevivientes que debieron
levantar una nación en ruinas, reconstruir ese gran Paraguay de los López que
ya luego de la guerra quedara totalmente poseído, destruido y al arbitrio de
los imperialismos.
Es por ello que para
el Frente Nacional de Mujeres del Partido Paraguay Pyahura, asumimos el 24 de febrero
como una fecha de compromiso y de lucha, PORQUE:
- Esas mujeres que salían a las calles
cantando himnos agitando a favor de la guerra, son las mismas mujeres que hoy
van a las brigadas, que forman columnas de mujeres en las movilizaciones y que
ponen resistencia en los cierres de ruta, en las ocupaciones o reocupaciones.
- Esas mujeres zapadoras,
trasportadoras de armas, esas heroínas, son hoy nuestras mujeres organizadas de
los asentamientos, de las comunidades, de las escuelas, de las fábricas que
luchan cotidianamente contra la miseria, el hambre y las injusticias.
- Esas mujeres cuyos hijos fueron
muertos por los invasores en la batalla de Acosta Ñu y Piribebuy, son las
mismas que hoy ven a sus hijos morir por falta de atención médica o
medicamentos, o por enfermedades prevenibles.
- Y esas mujeres que se pusieron firmes
para levantar nuestro país después de la guerra son también todas nuestras compañeras, mujeres pobres,
organizadas, revolucionarias, militantes y antiimperialistas que seguimos
debatiendo, que caemos y volvemos a levantarnos, que persistimos e insistimos
en la necesidad del
debate colectivo y que seguimos
luchando porque estamos seguras que así estamos construyendo el presente para
un futuro sin pobreza, y sin discriminación.
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